Si eres aficionado al «running», seguro que alguna vez has oído hablar del síndrome de la cintilla iliotibial, comúnmente conocido como la «rodilla del corredor». Una lesión que afecta frecuentemente a corredores y en muchos casos nos lleva a la incapacidad en el entrenamiento y/o competición.
Anatomía:
La cintilla iliotibial forma parte del músculo tensor de la fascia lata, que se origina en la espina ilíaca anterosuperior, lleva una recorrido caudal, en el que pasa por encima del cóndilo lateral del fémur y se va a insertar en el tubérculo de Gerdy (región lateral y superior de la tibia). Su principal función es la abducción (separación) de la cadera y la estabilización de la rodilla por su cara externa.
¿Qué es?
El dolor, en la cara lateral de la rodilla, tiene una aparición progresiva y se debe a una inflamación, producida por la fricción entre la cintilla iliotibial y el cóndilo lateral del fémur. Además de esto, existe evidencia de que hay relación entre la musculatura abductora de cadera y el síndrome de la cintilla iliotibial. La debilidad del glúteo medio, una falta de coordinación motora entre la musculatura de la cadera y de la rodilla y la biomecánica y el gesto de carrera están directamente relacionados con la aparición y la resolución de esta patología.
En cuanto a las causas, hay una serie de factores que nos predispondrán a padecer esta lesión. Entre ellos encontramos factores anatómicos/fisiológicos, como son la debilidad de la musculatura abductora (realizan la acción de separar las piernas), el genu varo (piernas curvadas formando un arco) y/o la falta de elasticidad; y factores externos al corredor, como son el aumento brusco del kilometraje, el cambio a superficies de entrenamiento más duras (asfalto), llevar un calzado inadecuado…
Prevención:
Para prevenir la «rodilla del corredor», desde Fisioterapia En Forma recomendamos, además de realizar una descarga de la musculatura de las piernas de forma regular, trabajar la flexibilidad y mantener un buen tono muscular de los músculos abductores de la pierna, así como seguir una progresión en el entrenamiento sin cambios bruscos y utilizar un calzado adecuado para la actividad.