Una rotura de fibras es una lesión de tejido blando, concretamente de un músculo. Se trata de una lesión común que puede ocurrir a personas de cualquier edad y nivel de actividad física.
El mecanismo de esta lesión es a partir de un sobre estiramiento más allá de la capacidad de las fibras musculares. Los síntomas principales son: dolor, hematoma por el sangrado de la fibra al romperse, pérdida de función/fuerza muscular y la sensación de un tirón o una “pedrada” en el momento de la lesión.
Grados de rotura de fibras:
Dependiendo del grado de sobre estiramiento y rotura se pueden clasificar según su gravedad en:
- Rotura de grado I: en este caso son unas pocas fibras las que se rompen, provocando un dolor leve y ligera molestia, sin embargo la función muscular se verá en gran parte conservada.
- Rotura grado II: el número de fibras afectadas es mayor, provocando dolor y pérdida de la función más notable. Se puede dar la aparición de hematoma e hinchazón.
- Rotura grado III: se produce una rotura completa del músculo, los síntomas de dolor y función muscular son muy grandes, al igual que la cantidad de hematoma e hinchazón. Es casos graves se puede tener que llegar a requerir la cirugía.
Se trata de una lesión donde la fisioterapia es crucial en todas sus fases; la prevención, la recuperación, la restauración de la función muscular y la readaptación a la actividad física.
Toda rotura de fibras sigue unas fases, que se dividen en:
- Fase aguda: Donde se busca reducir la inflamación, dolor e hinchazón. En esta fase se aplica lo que se conoce como método RICE (reposo, hielo, compresión y elevación).
- Fase subaguda, la que se inicia la rehabilitación activa, empezando a incluir movimientos suaves, ejercicios para recuperar el rango de movimiento y terapia manual.
- Fase de rehabilitación enfocada a la recuperación funcional de la actividad. Programando ejercicios que ayuden a fortalecer el músculo lesionado, su elasticidad y funcionalidad.
- Fase de prevención ya con el paciente recuperado, se enfoca el trabajo hacia la prevención de futuras lesiones, desarrollando un programa de ejercicios de trabajo a largo plazo o estiramientos.